Los profesionales de Enfermería trabajamos con personas y en entornos cada vez más complejos. El temor a cometer errores que puedan dañar al paciente, el miedo a la muerte de éste y la implicación emocional con el paciente y su familia son algunas de las dificultades a las que se enfrenta la enfermera en su práctica asistencial y que añade a nuestra actividad un extra de tensión emocional.
Un entrenamiento en Mindfulness , puede ayudarnos a tomar conciencia del momento presente y focalizar nuestra atención en la tarea, minimizando riesgos para el paciente (parte muy importante de la calidad asistencial) , también nos ayuda a ser capaces de observar cómo surgen nuestras emociones y gestionarlas sin identificarnos con ellas, lo que resulta de gran importancia en las relaciones y el acompañamiento al paciente y a la familia, y también ayuda a desarrollar LA PRESENCIA que necesitan de nosotras las personas que se encuentran en situaciones vulnerables.